En pleno transcurso de la primera gran guerra (1917) en Inglaterra existía un gran debate sobre conceder o no, el voto a las mujeres; ya que se pretendió, en un inicio, que solo pudieran ejercerlo las mayores de 30 años. Han pasado más de 200 años y creo que el 6 de junio puede ser una buena oportunidad para que la voz de las mujeres se haga notar con fuerza y con ello mermar la relevancia del abstencionismo.

En las pasadas elecciones, en el Municipio de Benito Juárez, fue menor la cantidad de mujeres que votó (48.6%) frente a los hombres (51.14%) de acuerdo con el informe que emitió el Instituto Electoral de Quintana Roo; sin embargo, en las últimas fechas, las mujeres han dado muestra de valentía, coraje, organización y decisión hacia los temas que les afectan pero que al final son problemas de todos como sociedad.

El enemigo a vencer es el abstencionismo, los partidos políticos lo saben y sobre eso, hacen sus estrategias, fijan un mínimo de votos que requieren para obtener la victoria; por ende, ganar parece ser más sencillo, a partir de echar a andar la maquinaria de sus estructuras electorales que desde tiempo atrás vienen alimentando con despensas, apoyos, promesas o simplemente con una dádiva el día de la elección; y no por un ejercicio democrático real.

Solo saliendo a votar en masa podremos tomar, como ciudadanos, control de la democracia y del destino del país, no hacerlo, implica dejar que los gobernantes en turno sigan controlando el poder para el beneficio de ellos mismos; y sin duda, creo que el papel de las mujeres será determinante para lograrlo.

Este es el momento para que las mujeres se hagan escuchar a través de las urnas y sean ellas las que determinen qué candidatos podrán ser las mejores vías para alcanzar aquello que tanto han pedido, y que este gobierno no ha escuchado, es un momento clave para que se vea materializado ese gran logro del derecho a voto en una mejor democracia para nuestra nación y en mejores condiciones para ellas.

La alternancia en el poder, la reelección por resultados concretos, la eliminación de partidos políticos carroñeros del presupuesto, el incremento en el nivel ético y personal de los candidatos, mejores políticas para las mujeres solo pasará (de acuerdo con lo que tenemos hoy) si salimos a votar; así que vayamos de la mano de las mujeres y hagamos que esta elección sea concurrida y llena de sorpresas al momento de los resultados electorales.