La carta invitación es un recordatorio que hace el SAT para que el contribuyente cumpla sus obligaciones fiscales; por ejemplo, pagar sus impuestos, presentar declaraciones o justificar ciertos movimientos fiscales. Su principal función es incentivar el debido cumplimiento de las obligaciones tributarias.

El no atenderla (contestar, enviar una aclaración, preguntarle a la autoridad algo al respecto, etc.) no es motivo de multa; sin embargo, puede ser que los hechos que generaron su emisión, de no atenderse; por ejemplo, no pagar los impuestos o no presentar las declaraciones, sí sea motivo de sanción.

Si recibiste una carta invitación, tienes la oportunidad de atender tus obligaciones de manera previa a que te requieran formalmente; por ende, si atiendes el motivo que la generó, evitarás que el SAT tome medidas más severas como: la imposición de multas, que se lleven a cabo revisiones o auditorías, la cancelación de certificados digitales o incluso, el congelamiento de cuentas bancarias.